El pianista valenciano Antonio Galera, pupilo de Philippe Entremont y Victoria Alemany, entre otros, ha desarrollado una carrera que va en ascenso y que lo muestran como uno de los pianistas más personales e inspiradores de su generación; tanto como solista como músico de cámara.

PRÉLUDE es un disco excepcional que no ha tenido la distribución que merece. Grabado por Ibs Classical en septiembre 2018 y publicado en 2019, pasó por la pandemia del COVID que impidió un mejor posicionamiento.

Hoy regreso a esta magnífica propuesta que evidencia las virtudes de este artista que tiene que conocerse mejor: a través de una propuesta discográfica Galera presenta obras de Johann Sebastian Bach, César Franck, Claude Debussy y Henri Dutilleux. El común denominador de la música elegida es la afinidad con Bach: pocos artistas logran un sonido de piano adecuado para la música del genio de Eisenach; pero Galera, sin intentar ser historicista nos regala una lectura impecable, de una sola pincelada, concentrada del Preludio y Fuga No. 8 en mi bemol menor BWV 852; excepcional en la concentración y drama austero del preludio y una fuga transparente ,jamás apresurada, la cual recuerda las incursiones a piano de viejos maestros.  El Coral-Preludio “Wachet auf” BWV 645 con el que concluye la audición no podría concluir de forma más emotiva y contrastante este disco.

El corazón del programa lo encontramos en Franck y Debussy: una especie de equilibrio entre lo sacro y lo profano: el Preludio, Coral y Fuga de Franck es una de las contadas obras musicales, posteriores a Bach,  que poseen tanto el rigor de construcción como la potencia espiritual. Se trata de un tríptico magnífico: Galera firma una de las mejores versiones actuales. Hace unas semanas encomiaba la nueva versión de Tanguy de Williencourt, entre otras virtudes por su visión implacable.  Galera encuentra un mayor aliento (20 minutos vs. 18 de Williencourt) pero de alguna forma preserva una visión austera, limpia de la música: en el preludio inicial ese sentido de búsqueda de la música posee un pulso firme y espacio de respiración magistral. El coral, corazón de la obra, con ese juego de la mano izquierda, encuentra una interpretación expresiva de Galera, impecable, con un fraseo ideal para esos arpegios continuos. La fuga final es construida con poder acumulativo, con un gran guiño al estilo bachiano. Las diversas voces se escuchan transparentes y, al igual que Wiliencourt, nos ofrece un final emotivo sin distorsiones.

La selección de preludios de Claude Debussy me ha dejado con ganas de escuchar completos los dos libros en estas manos: en velas me ha cautivado el sonido desplegado por Galera, las armonías son exquisitas y el temperamento de la música está ahí. Pasos en la nieve nos presenta una versión amplia, de sonoridades cuidadas, en contraste “lo que el viento del oeste vio” es un tour de force que encuentra en Galera el sonido amplio, poderoso y un virtuosismo de gran solidez. La muchacha de cabellos de lino, contrasta de lo anterior por una delicadeza y carácter ideales. La catedral sumergida concluye la selección con una versión amplia tanto en el desdoble estructural como en la sonoridad. Un temperamento ideal para esta música.

Finalmente, el Coral y Variaciones de Henri Dutilleux sirve como contraste de lo anterior; nos encontramos en la austeridad motórica del siglo XX, una pieza excepcional; homenaje a las formas barrocas pero desde una perspectiva siglo XX. Galera trata esta obra con toda la transparencia que requeriría una obra compuesta 200 años antes. De esta forma tenemos un estupendo disco, registrado en el Auditorio Manuel de Falla de Granada, con un sonido ideal del instrumento.