Dentro de su producción de óperas italianas, 4 óperas cómicas de Rossini sobresalen: “La italiana en Argel”, “El Turco en Italia”, “El barbero de Sevilla” y “Cenicienta”. Estas 4 óperas, sin embargo, son estilísticamente distintas. La italiana en Argel es una ópera bufa pura en la que el humor de pastelazo, la picardía y el ingenio se funden para dar la primera obra maestra rossiniana en este género. Si bien podemos encontrar un trasfondo serio como la emancipación de la mujer del macho bruto, los personajes son exagerados, grotescos, burlescos. Únicamente encontramos cordura en las figuras femeninas. Lindoro es ingenioso pero no es un personaje con la firmeza de un Ramiro, la pasión de un Narciso o la resolución de un Almaviva.
Isabela se nos presenta como una gran creación. Una mujer valiente que rompe con sus estereotipos. Ella lucha por sus ideales, por sus deseos. Incluso adquiere unos tonos heroicos en el segundo acto comparados con los cuadros revolucionarios de Delacroix. En cierta forma La Italiana en Argel es la parodia de la ópera de rescate de principios del siglo XIX, sin embargo no es una parodia social como veremos más adelante. Musicalmente Rossini caracteriza de forma soberbia sus personajes. No desde un punto de vista psicológico, sino más bien desde una óptica cómica. Los personajes tienen música sutil, grandiosa, ingeniosa, disparatada, de acuerdo a los sentimientos que van experimentando en escena. Podríamos decir que Rossini es un psicólogo del aquí y del ahora. El único personaje que se nos presenta en su complejidad es Isabella. Son estos contrastes la causa que La Italiana en Argel nos parezca una ópera absurda. Sin embargo lo absurdo es peligrosamente real pues solo se ridiculiza lo serio, en este caso las costumbres del ser humano. Un modelo perfecto de la Comedia de arte Italiana, la típica ópera bufa, heredera de una gran tradición.
Con el Turco en Italia, Rossini da un paso más allá en la renovación del género cómico. Si la Italiana en Argel se nos presenta como un modelo dentro de los confines de la ópera bufa, El turco es una transición entre este género y la comedia elegante representada por el Barbero y la Cenicienta.
El barbero es la primera comedia de Rossini, en un sentido más sofisticado del término. Lejos está de la ópera bufa que había definido ya con Italiana y Turco. La música apunta a elementos amorosos y galantes que no encontramos en las otras dos magníficas partituras. Los personajes son tridimensionales. Hay elementos contrastantes entre las clases sociales, edades y temperamentos. Figaro no es un simple y timorato Tadeo; ingenio, inteligencia, humor y mercurialidad lo definen. De igual forma Don Bartolo es mucho más intrigoso que el generalmente amable Don Geronio.
La Cenicienta se nos presenta como el último desarrollo de Rossini como compositor de ópera cómica italiana; dicha obra está más cercana a sus dos grandes óperas semiserias; Urraca ladrona y Matilda di Shabran que de sus primeras óperas bufas. Esta ópera servirá de modelo para comedias como Don Pasquale o el Elixir de amor de Donizetti. En la cenicienta lo tragicómico está presente a lo largo de toda la obra. La triste suerte de Angelina y su posterior triunfo nos la presentan como una heroína de ópera seria. Sus hermanastras son parodias de las mujeres de sociedad de la época (que podría ser también nuestra época), caprichosas, huecas, ambiciosas. Pero ojo con el término que estoy utilizando. Dije parodia, la representación burlesca de algo.
Rossini musicalmente y Ferretti literariamente hacen una parodia de la sociedad burguesa de su época. No encontramos la parodia en la Italiana en Argel, su escenario es demasiado exótico para poder encontrar una identificación directa con los acontecimientos, como lo dije antes se trata de una ópera dentro de los confines de la ópera bufa. En el turco en Italia encontramos personajes serios y semiserios. Empieza a haber un poco de parodia en las figuras de Geronio y Fiorilla. En el barbero encontramos una comedia equilibrada, ágil, un torbellino de gracia. No encontramos parodia propiamente dicha… todo en el barbero está sujeto a la trama. No hay palabras ni música de más.
Sin embargo en la Cenicienta encontramos abundante parodia en la familia de Don Magnifico. Una parodia de la clase burguesa decadente de cualquier época. Encontramos al “barón” don Magnifico que podría ser un banquero, un abogado, un doctor, un ejecutivo de nuestro tiempo que debido a un estatus al que ha estado acostumbrado a vivir a dilapidado el dinero ganado para mantenerse en este nivel(una escena patética que se repite en nuestro tiempo) es por eso que necesita casar a una de sus hijas con alguien de la nobleza(en nuestros días sería de nombre o alcurnia), en este caso el príncipe Ramiro.
Don Magnifico es un personaje maestro de la parodia. En sus arias se nos aporta suficiente información sobre el personaje, sobre su psicología. Encontramos la megalomanía (Pretensión por lo grande) y el sueño guajiro(aspirar a recuperar su posición) de un sujeto que está prácticamente en la ruina.(Su caserío está en un gran descuido). Aspira recobrar el estatus y el modus vivendi que ha perdido. Aspira ser un barón cercano a la clase gobernante. En su ultima aria sueña con sus tareas una vez recuperada su posición; Pero cuales son estas labores?? Interceder por algunos sujetos, buscar la mordida a cambio de una audiencia real. No hace nada, pero cree hacerlo. Sus ocupaciones son intrascendentes pero cree ser importante (Lo mismo sucede con varios ejecutivos actuales que se pierden dentro de los organigramas de una compañía). Sueña con ser un asno en las alturas. La figura de Don Magnifico no es del todo una parodia. Se nos presenta como un ser repulsivo, el hombre común que se abre paso abusando de los demás (Angelina), a través de la hipocresía (sus falsas alabanzas al falso príncipe), a través del soborno (3ª aria) y finalmente a través de la sumisión (al postrarse a los pies de Angelina quien ahora ya está en el trono). Aquí el personaje en manos de un cantante poco experimentado nos puede parecer una figura abrumadoramente real, lo cual no es la intención principal detrás de la dramaturgia del personaje.